
Así actúan los inspectores de registro de horario
Estás consultando un artículo sobre el estado de la legislación sobre control horario para trabajadores a fecha de agosto de 2017. Para conocer el actual estado de la ley, -donde se incluye la obligatoriedad a llevar a cabo registros de jornada laboral en todas las empresas-, visita este artículo sobre la aprobación de la normativa sobre el registro de jornada, actualizado a abril de 2019. Para resolver cualquier duda sobre la ley, puedes hacerlo en este otro artículo sobre las preguntas que suscita la aprobación de la ley de registros laborales.
El largo debate que en el último año se ha llevado a cabo sobre los aspectos legales y la obligatoriedad o no del registro de la jornada laboral de los trabajadores parece que va llegando a su fin. Así, el pasado martes se aprobó en el Congreso de los Diputados la reforma del Estatuto de los Trabajadores que obliga a las empresas a llevar un control y registro de la jornada laboral de sus trabajadores. De esta forma, se haría extensible a la totalidad de la plantilla, la ya obligatoria medida de controlar las horas de los empleados a media jornada, computar las horas extras y las jornadas especiales.
Las razones de esta pretendida reforma del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores se basan en la necesidad de frenar lo que se considera como un abuso de las horas extraordinarias (remuneradas o sin remunerar) en la actualidad, donde en los últimos años se ha detectado un aumento de estas prácticas hasta tal punto de que en el periodo de 2008 a 2016, se pasó de pagarse 6 millones de horas extras a tan sólo 2,8 millones.
Mediante esta aprobación congresista de la reforma del Estatuto de los Trabajadores (que incluye un paquete de medidas que aún se debe remitir a comisión parlamentaria para que el Senado continúe su tramitación), todas las empresas sin excepción, deberán contar con un sistema de control de horario que registre las horas trabajadas por cada empleado a diario, incluyendo el horario concreto de entrada y de salida.
Estos registros deberán reflejar los datos que, según se haya pactado en los convenios colectivos o contratos de trabajo, corresponden como horas trabajadas por cada empleado, con el tope desde ya vigente de no superarse las 80 horas extraordinarias por año.
Además, la empresa deberá conservar toda la información de estos registros durante al menos cuatro años, estando disponibles en todo momento si la Inspección de Trabajo y Seguridad Social lo requieren.
Esos 3,2 millones de horas extraordinarias que se han dejado de pagar desde 2008 no es el único argumento que el Congreso ha visto «de peso» para aprobar la iniciativa legislativa que haría extensible a todos los contratos la obligatoriedad de registrar la jornada laboral a diario.
Otras cifras que han formado parte de los discursos a favor de la reforma estatutaria son las siguientes:
El debate, que también ha tenido sus voces en contra y por las cuales aún debe pasar por el trámite del Senado, ha servido para exponer las consecuencias positivas que tendría una reducción de las horas extraordinarias que actualmente se están llevando a cabo hasta hacer cumplir el límite actual, estipulado en 80 horas anuales en contratos de jornada completa.
Los argumentos, defendidos en su mayoría por PSOE, Unidos Podemos, PNV y UPN entre otras formaciones, servían para poner de manifiesto que estos controles sirven para garantizar un trabajo decente, la conciliación laboral y la creación de empleo.
Además, un control del horario estipulado para cada trabajador por contrato, asegura que éste se encuentra en plenas condiciones para desarrollar su actividad, por lo que también reduce la siniestralidad laboral.
La iniciativa pretende con todo ello corregir las contradicciones generadas por una sentencia del Tribunal Supremo que absolvió a Bankia de controlar el horario de sus trabajadores.
El argumento usado por las principales fuerzas políticas que han apoyado la reforma para otorgarle validez es que esta medida de incorporar un sistema de control y registro de horario laboral no supone un esfuerzo mayor para las empresas, a la par que frenaría la competencia desleal, otorgando el mismo marco de acción a todas las empresas independientemente del tipo de contrato con el que habitualmente trabajen.
Fuera de este debate, se debe tener en cuenta que los software de control presencial no sólo sirven como sistema de registro de jornada para poder ofrecer los requerimientos legales que solicite la Inspección de Trabajo, sino que además sirven para aumentar la productividad a la par que se facilita la flexibilidad laboral, se reduce el absentismo laboral y se mejora el entorno de trabajo.